Déjame que sueñe un poco más. No me cortes las alas ni me dejes despertar. Acurrúcame en tus brazos como solo tú sabes. Dame un beso en el cuello y dime que me quieres al oído. Llévame a algún lugar lejano y miremos juntos la puesta de Sol y la aparición de la Luna bajo las ramas de un árbol. Vámonos a un puerto, miremos el mar y corramos hasta abrazarnos y alcanzarnos. No me sueltes de la mano ni un segundo. No quiero ser la princesa de un reino, con ser la tuya me vale.
Att : María, pan con nocilla.
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