miércoles, 31 de octubre de 2012

Cada noche, un nuevo sueño juntos.

Todos hemos perdido alguna vez el sueño.Por un asunto u otro. Algunos, simplemente porque han comido algo que no les deja dormir y, otros, como en mi caso, por amor. Sí, amor. Ese extraño sentimiento que se convierte en ladrón del sueño por la noche. Que nos impide descansar en condiciones y nos hace pensar más de la cuenta. Nos hace echar de menos a esa persona y hace que pensemos en él todo el tiempo. Imaginando situaciones que algún día desearías vivir junto a él. Y piensas, ¿estará él en la misma situación que yo?¿Tendrá los ojos abiertos ahora mismo porque está pensando en mí? Quién sabe. Entonces piensas más y más y entristeces. Empiezas a pensar que a lo mejor él también está despierto pero, no por el mismo motivo. Porque hay otra persona que le quita a él el sueño. Y mientras, no te queda otra cosa que hacer que discutir con la almohada sobre el asunto. A veces, incluso se te escapa más de una lágrima y se quedan allí, húmedas, enredadas sobre las sábanas.Cierras los ojos inconscientemente. Sueñas con un beso, con una sonrisa, con una mirada, con un abrazo. Todo va perfecto. Parece que la vida te ha dado un vuelco de 360º y todo va como tú quieres. Puedes llamarle, decirle te quiero a todas horas sin que le importe a nadie y el tiempo pasa y aún sigues con él, compartiendo cada minuto de esos días. Y entonces, el puto despertador lo arruina todo y ya ni si quiera recuerdas lo último que pensaste antes de quedarte dormida.

No me quieras si no es por propia voluntad.

No necesito que esté pendiente de mí. Ni tampoco que no pueda pasar un sólo día sin hablarme. No necesito ser la única persona que le dé sentido a su vida. No quiero ser lo mejor que le ha pasado. Ni que me cuente todos sus problemas porque confíe en mí, por muy pequeño o tonto que sea el asunto. No necesito que me mande mensajes cuando se despierte ni cuando no pueda dormir porque está pensando en mí. No necesito ser el motivo de su sonrisa diaria. Tampoco necesito que me quiera más que a nadie. No necesito que me eche de menos. Ni que cada canción que escuche le recuerde a mí. Yo solo quiero que todo le vaya bien, que se acaben sus problemas, que no tenga ni un puto motivo para estar triste, que sea feliz minuto a minuto, segundo a segundo. Sólo quiero que sonría y que me recuerde con ese gesto, que sigo enamorada de esa sonrisa después de todo este tiempo.

domingo, 28 de octubre de 2012

Acaríciame un momento, ven junto a mí.

-¿A ti también te pasa?
+¿El qué?
-Eso...
+¿A qué te refieres con 'eso'? Explícate.
-Que si a ti también te pasa eso de echarme de menos cada vez que no estoy. Si también piensas que no habrá otra persona como yo en este mundo que pueda hacerte tan feliz. Si tú también crees que estamos hechos el uno para el otro, que estamos destinados a estar juntos. ¿Soy yo también tu último pensamiento antes de irte a dormir y tu primero por las mañanas? Me pregunto si tú también quieres besarme y tenerme entre tus brazos. Si te has planteado alguna vez olvidarme pero no has podido porque tus sentimientos te lo impedían. Si alguna vez me has mirado a los ojos y te has quedado perdido, ahí dentro, intentando encontrar el camino hasta mi corazón.  Si esperas uno de mis mensajes todas las mañanas impacientemente. Si también le hablas a tus amigos de mí y te dicen pesado por hacerlo. Si cada vez que nos cruzamos o nos rozamos sientes un cosquilleo en el estómago. Si tus amigos se meten contigo porque saben que me quieres y me señalan cada vez que paso cerca. Si alguna vez has sentido impotencia por no poder decirme todo lo que sientes o miedo a fallar y que no quiera volver a verte. Lo que te quiero preguntar con todo esto es, ¿alguna vez te ha pasado todo esto? Porque a mí me pasa todos los días contigo.

Posdata: te amo.

Suelo decirle a la gente que ya te he olvidado, que has desaparecido de mi vida. He intentado creérmelo de todas las maneras posibles, deseando que un día me despertara y ya no te echara de menos. Aprendí que lo que una vez nos dice la cabeza, más tarde el corazón lo termina traicionando. He sido la espectadora de una lucha entre mi cabeza y mis sentimientos; y aún así, parece que la guerra no termina de acabar. He buscado lo imposible y aún sigo preguntándome por qué sonrío cada vez que me acuerdo de tu voz. O por qué me pongo a llorar si pienso en todo lo que me he perdido contigo. Y bueno, luego están tus labios, que podrían calificarse como la mayor tentación que no llegué a probar. Hubo un momento en el que pensé que no los volvería a echar de menos, que era unos labios más pero, me equivocaba. Tú me asegurabas que sería para siempre y me hacías prometer que nunca caería en la tentación de separarme de ti. Te fallé. Sé que te dije mil y una tonterías por aquel entonces pero, lo que realmente a mí me llenaba era tu sonrisa. También sé que muchos criticaron nuestra extraña manera de querernos, de vivir el uno por el otro en apenas dos miradas. No sabían que yo era una inexperta en esto del amor. Ahora me doy cuenta de que los que realmente eran inexpertos eran ellos. Te dije que no te echaba de menos, que ya no me importabas. Puede que lo hiciese por orgullo o quizás para olvidarme antes de ti. Para hacerte ver que yo sólo fui un error que siempre estuvo a tu lado. Siempre ha habido algo que nos unía desde el principio y aún lo sigo creyendo. Me has demostrado que el destino nos quería unir y puede que aún lo siga intentando y no se rinda nunca. Pero, yo creo que al final, cada uno escogerá un camino disitnto. Si eso pasa, tendré que joderme, apretar los dientes y sonreír mientras nos despedimos. Mientras te veo marchar. Mis sentimeintos no han cambiado y ahora puede que no me creas, que no quieras saberlo pero, desde que te conocí, has sido lo más bonito que ha habido en mi vida y es difícil que eso cambie. Te lo aseguro, nadie sobre la Tierra tiene tus ojos. Esos ojos que pueden llegar a transmitir tanto. Es gracioso pensar que nunca llegamos a besarnos, supongo que era porque pensábamos que era algo demasiado valioso como para malgastarlo así porque sí. En este tiempo, han llegado otras personas a mi vida, pero, joder, ¿por qué ninguna de ellas se parece lo más mínimo a ti? ¿Por qué tienes que ser tú la única persona en el mundo que puede completarme?¿Sabes? Me encantaría poder decir que has cambiado, que ya no eres ese chico del que me enamoré un día de otoño. Pero, no puedo. Porque la que realmente ha cambiado, he sido yo. Esa misma que te abandonó sin motivos y que no merece ni que la recuerdes. Esa tonta que nunca va a conseguir olvidarse de ti. Y lo creas o no, he llegado a sentir miedo. Miedo de verte con otra persona y que ni si quieras recordases mi nombre. Miedo de que tú me volvieras a querer y no poder estar a la altura. Hoy, escribiendo esto, sólo quiero que me comprendas, como llevas haciéndolo desde el primer día en que hablamos por primera vez. No consigo entender por qué coño lo hice, por qué desperdicié una oportunidad tan grande, si eso me dolía tanto. Por qué abandoné a la persona que más he querido en mi puta vida. Y te prometo que, cuando encuentre la respuesta, iré y te lo diré. Te daré una explicación y, si tú me perdonas, volveremos a empezar. Partiendo de ese día, en el que me di cuenta de lo mucho que te amaba y de que no quería perderte nunca.

viernes, 26 de octubre de 2012

M de J.

Nunca había imaginado que una sola persona pudiera ocasionar tanto alboroto en mi vida. Y más una persona corriente como tú. Bueno, en realidad, tú no eres igual que los demás, eres diferente y yo a primera vista no me había llegado a dar cuenta. Pero, pasaron los días, y empecé a mirarte a los ojos, a mirar más allá y entonces me di cuenta de lo que realmente me pasaba. Podía sentir que me entendías perfectamente, que sabías lo que quería sin que lo pidiese y era como si te conociese de toda la vida. Me di cuenta de que puedes llegar a convertir el peor de los días en uno de los mejores de mi vida. Contigo he aprendido que las casualidades no son casualidades, que todo lo que me ha pasado contigo ha sido por algo, por alguna razón. Ambos sabemos, que una vez tuvimos la oportunidad de ser un 'todo' y yo, como una tonta, la desperdicié. Ahora me he dado cuenta de que fue un tremendísimo error. Puede que no seas el más guapo, ni el más alto, ni el más listo, ni el más simpático pero, cuando realmente me di cuenta de que estaba enamorada de ti, todo eso empezó a darme igual. Empecé a fijarme en los pequeños detalles: una sonrisa cuando estaba seria, una guerra de tizas para hacer las clases más divertidas, un beso en la mejilla de imprevisto, un abrazo, una broma. Yo sé, que no todo el mundo tiene una vida perfecta, y no todos los días pueden ser buenos y, como es natural, en esos días te conviertes en un borde y no paramos de pelearnos pero, los días que no son así joder, esos días simplemente me enamoras. Cuando pronuncias mi nombre una y otra vez y yo te digo pesado, y a veces intento ignorarte, me doy cuenta de que es imposible hacerlo. Que no puedo evitar mirarte, y contestarte con un 'dime subnormal' cuando en realidad querría decirte 'dime, tontito mío'. Llegados a este punto, me he dado cuenta de que la gente puede llegar a liarnos, de confundirnos e incluso de hacernos perder la oportunidad de estar juntos, como ya pasó una vez. Pero he decidido que eso hay que cambiarlo, que tengo que bajar de la nube y olvidarme de las opiniones de las personas que tengo alrededor. Que yo sepa, tengo que quererte yo. Soportarte yo. Hacerte feliz yo. Picarte yo. No ellos. Y que sepas, que aunque tus sentimientos no sean los mismos que los míos, yo te quiero. Que cada noche me imagino todos los momentos que me he perdido contigo y todos los besos que podríamos habernos dado. Y es que, como te decía, es impresionante como tú, una persona tan sencilla, has conseguido hacerme feliz durante tantos años con sólo respirar.

domingo, 21 de octubre de 2012

Perdóname si te digo que lo eres todo para mí.

Perdón por querer hablarte constantemente. Perdón por impacientarme cada vez que tardas en responder. Perdón si a veces digo cosas que te hartan. Perdón si me vuelvo insoportable. Perdón si no me quieres hablar tanto como yo a ti. Perdón por pensar en ti constantemente. Perdón si te cuento mis dramas y mis problemas sin sentido cuando a ti no te interesa y te da igual lo que me pase. Perdón si me pongo nerviosa al hablar de ti. Perdón si no te puedo sostener la mirada y evitar reírme. Perdón por quererte tanto.

TE AMO, ¿AÚN NO TE HAS DADO CUENTA?

He decidido que lo mejor es cambiar. Dejar de preocuparme por lo que diga la gente y empezar a pensar un poco más en mí y en mi sentimientos. Porque, hoy me he dado cuenta de que te quiero y todavía no he conseguido borrarte de mi cabeza. Sigues ahí, tan adorable como siempre. Nunca me había sentido tan bien contigo como hoy. Ha sido todo muy sxkfkidghi como se suele decir. Esos diez segundos que hemos estado mirándonos y has empezado a sonreirme. Cuando durante esos diez segundos sólo éramos tú y yo. Me he dado cuenta de que eres más importante en mi vida de lo que yo pensaba y también que las casualidades no lo son tanto como parece. Hoy el destino se ha puesto de nuestra parte. Te encontré, te vi y nunca en mi vida me he sentido tan bien como en ese partido. Me has demostrado que, por poco que sea, te importo. Hemos intercambiado miradas, un juego de dos a distancia. Y me has enamorado un poco más. Te juro, que ahora mismo sería capaz de ir a buscarte, de llamar a tu puerta y de decirte lo mucho que significas para mí a tres centímetros de tu cara. Porque joder, sin exagerar, eres la persona a la que más he querido y quiero. A la que le tengo más ganas. La única persona que me hace sentir a 3 metros sobre el cielo cuando lo veo. ¿Puedes acelerarme más el corazón? Creo que no. ¿Hacer que me sonroje más aún? Tampoco. Que pone a mis piernas a prueba y las hace temblar. No sólo a ellas, también a mis manos y a todo en mí. La que me hace perderme con los ojos abiertos y con la que no puedo dejar de tartamudear. Me encantaía cambiar muchas muchas cosas pero, lo único que pretendo en este momento es mejorarlas ya que cambiarlas es imposible. Sólo quiero que sepas que, aunque nuestros sentimientos sean distintos, que uno quiero más al otro, que nos queramos de maneras muy diferentes y que sólo uno sea el todo del otro, nunca vas a desaparecer en mí porque, mi vida, yo te quiero los 7 días de las semanas, con todas sus horas y segundos. Y lo seguiré haciendo todo el tiempo que me permitan seguir viviendo.

Puta adolescencia.

Algunas personas piensan que la adolescencia es algo sencillo, una etapa para vivir aventuras y ser libre. Para enamorarse y tener el primer beso con alguien especial. Para ser completamente feliz y disfrutar con todos tus amigos. En la que puedes llorar porque siempre vas a tener un hombro en el que hacerlo. Experimentar y salir a la calle a comerte el mundo. Que puedes hacer lo que quieras y que no vas a tener problemas porque todo va a ser muy diferente. Los mejores años que una persona puede vivir. Ingenuos. No saben que la adolescencia es, sin duda, la peor etapa de la vida de una persona. No se parece en nada a lo que algunos tontos piensan. No puedes ser libre, ya que tienes que pasarte seis putas horas en el instituto y luego por la tarde tienes que estudiar y hacer deberes. Y los fines de semana, como mucho, a las once de la noche en casa. La palabra 'amor' sólo trae problemas, ilusiones falsas y gilipollas mentirosos. ¿Amigos? Sí, dos o tres, porque después te das cuenta de que los demás sólo eran conocidos. No hay ningún puto hombro en el que llorar. Te quedas solo, en tu cuarto, desahogándote con música triste y arrepintiéndote de todo. Lo único que se experimentan son sentimientos de odio, traición y falsedad. No te comes el mundo, porque te obsesionas con tu físico y lo único que quieres es estar delgado, para que todos se fijen en ti y no te juzguen. No vas a poder hacer lo que quieras, porque siempre va a haber algún obstáculo que te lo impida. Y, sólo esperas que todo pase rápido para que lleguen tiempos mejores.

viernes, 19 de octubre de 2012

Donde viven los enamorados.

A lo largo de esta relación sin sentido, inexistente e imposible, escribiré siete cartas. Una por cada día de esta semana, narrando lo que pasa o deja de pasar entre nosotros. Con un remitente a nombre de "mi amor imposible". Nunca llegaré a enviarlas, y puede que algún día, si todo pasa, llegue a tirarlas a la basura, olvidándome de todo y puede que acaben en las manos de alguien. Alguien que, por una cosa u otra, tenga una historia parecida a la mía. Y sin más...

Carta 1:
Para mi amor imposible.
En un lunes lluvioso. Con L de Luego quiero verte sí o sí. Hora, indeterminada.
¿Cuántas veces has pasado junto a mí y ni si quiera te has parado para mirarme de reojo? Supongo que lo haces (o al menos eso espero) para disimular tus sentimientos hacia mí. Esos sentimientos que te impiden abrazarme cuando tienes ganas, o besarme cuando me muerdo los labios. Quizás me equivoque, y todo esto sólo sea una simple ilusión, un deseo que no le llega ni a los talones a la realidad. Pero bueno, nunca hay que perder la esperanza, y menos en un tema como este. Con sólo imaginar que un día vas a venir y vas a llevarme de la mano delante de todos, ya me entra la risita tonta. Sólo espero, que lo hagas pronto.
Posdata: objetivo para mañana, una mirada.

Carta 2:
Para mi amor imposible.
En un martes de cristales empañados. M de Moriría en tus brazos. Hora, 19:26.
Seré pesada, pero es que hoy me has hecho muy muy muy feliz. Ni te puedes llegar a imaginar cuánto. Al fin, una mirada, y no sólo eso, ha durado diez segundos, y, al final de todo, he podido ver esa sonrisa tan bonita que tienes, tan sincera, tan pura,que no había visto nunca, tan tan tan... Lo siento, me estoy quedando sin respiración y sin palabras al volver a recordarlo. Esa sensación tan agradable cuando lo has hecho, ese tímido mechón de pelo que me colgaba por encima del ojo para ocultar a unos chivatos de mis sentimientos, ese cosquilleo que iba desde el dedo meñique del pie hasta el último pelo de ese tímido mechón. Un simple instante, de apenas diez segundos, que ha cambiado el curso del tiempo. Gracias, misión cumplida.
Posdata: objetivo para mañana, una palabra.

Carta 3:
Nuevamente, para mi amor imposible.

Vuelve a llover. Miércoles, con M de Me encanta(s). Hora, 21:09
No se puede tener todo en esta vida, hoy no hemos conseguido nuestro objetivo, no me has dejado oír tu voz, no has dejado libre a ninguna de las muchas palabras que sabes. Ni una, pero bueno, tampoco es que hayamos retrocedido, nos hemos quedado igual. Me has mirado, hoy quizás un poco más de tiempo, ni si quiera lo he contado(te miento, han sido 30 segundos). Hoy es uno de esos días en los que no tengo ganas de escribir, ni de hablar, ni de mirar nada, supongo que estaremos conectados y por eso tú tampoco lo has hecho. Es el destino. Espero que se te quiete pronto la pereza y me saludes, un simple y dulce hola, que se escape directamente de tu boca no estaría mal.
Posdata: objetivo para mañana, mejorar.

Carta 4:
Para mi amor imposible.
Ha salido el sol,  jueves. Con J de Juguemos al yo te quiero más. Hora, 17:58

'Lo siento, ¿estás bien?'. Cuatro palabras. Cuatro veces más de lo que te pedía en la carta dos. Por fin mi torpeza a servido para algo. Y yo respondiéndote con un simple 'sí' y mi típica cara de empanada. Pero, ¿sabes qué? ¡Qué mañana te voy a dar el día libre porque has adelantado dos pasos! Así que vas a poder hacer lo que quieras pero, ojo, no te resbales y sigue tan adorable como hasta ahora.
Posdata: objetivo para mañana, seguir enamorándome.

Carta 5:
Para mi amor imposible.
El sol brilla más que nunca. Viernes, con V de 'Ven, abrázame fuerte'. Hora: 18:42

Hoy apenas he podido verte... Me he puesto mala y me he tenido que ir a mi casa. Mi madre ha venido a recogerme en coche y no he tenido tiempo ni ganas de despedirme de nadie. Ya no podré verte hasta el lunes de la semana que viene. Qué caca. Y cuando estaba en el coche con la música a tope y los cascos puestos, aparece. Un mensaje privado en el móvil. 'Mejórate pronto patosa, quiero volver a ver esa sonrisita tonta tuya'. Y ahí pues no he tenido otra cosa que hacer que ponerme a gritar delante de mi madre como una loca. Después me ha caído una bronca de las buenas pero, joder, que es un mensaje, tuyo, para mí. A-d-o-r-a-b-l-e. He muerto. En serio, gracias por hacerme sentir tan especial durante esos segundos y esos mensajes.
Posdata: objetivo, permanecer adorable.

Carta 6:
Para mi amor imposible.

Cielo con alguna que otra nube. Sábado. S de 'Siempre a tu lado'. Hora: 12:21
Un mensaje llevó a otro mensaje. La cosa parecía que iba bien y que todo estaba en orden. Parecía mentira. Era todo tal y cómo lo había imaginado. Tan dulce, sincero, divertido, agradable. Una persona con la que no me importaba pasarme horas y horas hablando. Con la que me gustaba jugar a las miraditas en el instituto y por la que quería que pasaran rápido las horas. Era cosa de magia. Pero, todavía tenía una duda pendiente rondando mi cabeza. No estaba segura de lo que realmente sentías tú por mí. No sabía si era un simple tonteo, o un simple juego de adolescentes que quieren ser amados sin razón. La verdad, es que en ese momento yo tampoco sabía muy bien si te quería, tenía dudas y eso me jodía. Ahora lo tengo todo claro, y no tengo miedo a decirte lo que pienso.
Posdata: objetivo para mañana, sincerarnos.

Carta 7:
Noche estrellada. Domingo, con D de 'De verdad, te quiero'. Hora: 23:56
La última de todas. Llegados al fin, quiero confesarte todo lo que siento y he sentido durante estos 7 días. Me has hecho sentir bien. Contigo he conseguido alcanzar el 200% de felicidad. En unos pocos días, he experimentado toda clase de sentimientos contigo, no ha sido rutinario, ha sido bonito y llevadero. Lo más increíble que me ha podido pasar. Puede que me equivoque, que sólo me estés ilusionando para luego hacerme daño pero, es que no puedo evitar sentir esto que siento por ti. Te amo ¿vale? Y eso no va a cambiar. No me han hecho falta siete días para darme cuenta, lo sabía ya desde el primer momento en el que me miraste y me sonreíste por primera vez. Incluso antes, cuando ni si quiera existía para ti. Era algo distinto. No es ese amor empalagoso, no. Es nuestro, algo único que me ha cambiado la vida. Ahora que he terminado, me alegro de haberlo hecho. Por fin he sido totalmente feliz durante estos siete días y he conseguido avanzar con lo "nuestro" por así llamarlo. Estoy satisfecha. No me importa si tú sientes lo mismo o no, yo ya te quiero por los dos.

Posdata: objetivos superados, gracias por jugar.

La chica, no tenía ni idea de que él también había escrito 7 cartas. Habían empezado el mismo día y él también sentía cosas por ella. Nunca llegaron a mandarse las cartas pero, tampoco dejaron de amarse. Por eso, un día, él se plantó en la puerta de su casa, escribió una nota, le dio forma de avión y lo lanzó hasta la ventana de su cuarto. La chica, desconcertada, abrió el avión de papel poco a poco. Sus ojos no podían creer lo que veían. ¡TE QUIERO! :tu amor platónico. Ella, rápidamente, escribió otra nota, le dio forma de avioncito y la tiró por la ventana. Él lo cogió. Lo abrió. 'Objetivo para hoy: 'haz lo que te apetezca ahora mismo'. El chico salió corriendo hacia la puerta de la casa, llamó y la chica bajó corriendo.
-¿Quieres saber lo que quiero?
+Claro.
-A ti, durante los siete días de la semana durante un tiempo infinito.

Un día de lluvia no acaba con todo el verano.

¿Quién dice que no se puede volver a sonreír después de un problema? ¿Acaso se acaba ahí? ¿Toda la felicidad se esfuma de golpe?¿No hay alguna oportunidad? No me engañes ni me hagas pensar que es así. Siempre hay algún motivo para no rendirse y seguir buscando algo que nos aporte esa felicidad que estaba ausente, sólo ausente y, que nosotros creíamos que había desaparecido por completo. Las nubes no duran eternamente. Los problemas son algo por los que todos debemos pasar alguna vez, nos guste o no. Y también vamos a tener que experimentar sentimientos que no nos gusten pero, hay que aguantarse. La vida no es fácil, nadie dijo que lo fuera pero, si es complicada de por sí, no la hagas más complicada dejando que todos esos problemas te quiten las ganas de disfrutar de todas las cosas buenas que hay en ella. Aunque sea por un mal chiste o un ataque de cosquillas, recuerda que, un día malo no tiene por qué arruinar toda una vida, que merece la pena sonreír. Quién sabe, a lo mejor hay alguien al que le encanta que lo hagas.

Aparece sin ser llamada, una sonrisa.

Un día te levantas y alguien que no era importante en tu día a día ahora sí que lo es. Lo ves de forma diferente. Empiezas a tartamudear como un idiota mientras hablas con esa persona y todo empieza a verse distinto. Algo ha cambiado. La manera de mirarle. O al menos lo piensas. Decides dejar el asunto de lado sin prestarle demasiada atención pero, te das cuenta de que no puedes. Crees que no te has enamorado, que las cosas van a seguir como hasta entonces. Piensas que no es nadie esencial ni tampoco imprescindible. Entonces, empiezas a echarle de menos cuando no está. Sigues pensando que no es nada, una simple casualidad pero,entonces te das cuenta de que desde que esa persona llegó a tu vida, los días han sido...¿cómo decirlo?¿Diferentes?¿Especiales? Y entonces, lo único que te faltaba para estar completamente seguro, aparece solo. Esa pequeña prueba que delata tus sentimientos sin que puedas evitarlo. Aparece ahí. Una puta sonrisa cada vez que le ves o hablas con él. Y todo se aclara.

Prómete que lo nuestro durará más que un simple infinito.

Alguien que cosa disfraces a mis días malos y los convierta en buenos. Alguien que no se enfade si no me entiende, ni me entiendo y lo mareo; que me saque la lengua cuando me ponga como una tonta y me haga enmudecer. Alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin cogerme de la mano, que no le guste verme llorar y que me haga reír hasta cuando no tenga ganas. Alguien que me mire, lo mire y me tiemblen las piernas sin remedio. Alguien que esté loco por mí, y que no se olvide de decírmelo incluso en los días de resaca. Y que si mira a otra, luego me guiñe un ojo y se ría de mis celos. Y, sobre todo, alguien que no tenga que perderme para darse cuenta de que me había encontrado.