miércoles, 4 de abril de 2012

Cruel realidad.

Detrás de cada presente, hay un pasado. Un pasado que puede haber tenido o no, una infancia agradable. Uno lleno de secretos que nunca has contado y que aún perduran en el presente. En el que el monstruo que vivía bajo tu cama no te dejaba dormir. Uno en el que te daban miedo las riñas de tus padres. En el que te asustaba ver las películas de miedo pero, que aún sabiéndolo, las veías por aparentar "madurez" o, simplemente, por curiosidad. Uno en el que jugabas todo lo que podías hasta que te llamaba tu madre. Otro en el que los niños te marginaban y siempre estabas en tu casa mirándolos por la ventana. Pasados oscuros, que no tienen color y pasados llenos de vida, en los que sólo importaba el divertinaje.

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