sábado, 5 de noviembre de 2011

Felicidad.

De pequeños no pensaba ni siquiera en los chicos de la realidad. Los cuentos me tenían presa y vivía en una burbuja que me alejaba del mundo real. Ahora con el tiempo la burbuja se ha explotado. Los cuentos han desaparecido y he descubierto que mi infancia se basó en una mentira. Pero, aunque así fuera, quisiera volver a mi burbuja y seguir leyendo cuentos y cuentos sin parar. Siempre niña. Siempre inocente. Siempre feliz...

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