Ese amigo de la infancia con el que jugabas a las piezas de construcción, al pilla- pilla y al escondite por el simple hecho de diversión y casi nunca te acordabas de su nombre pero siempre lo pasabas bien con él.
Nunca pensaste que podía llegar a ser algo más que amistad y ahora intentas construir una casa con él, lo pillas haciéndote un regalo especial y lo buscas en todos lados por el simple hecho de que te hace falta y lo necesitas para conseguir que tu vida no esté vacía.
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