domingo, 28 de octubre de 2012

Posdata: te amo.

Suelo decirle a la gente que ya te he olvidado, que has desaparecido de mi vida. He intentado creérmelo de todas las maneras posibles, deseando que un día me despertara y ya no te echara de menos. Aprendí que lo que una vez nos dice la cabeza, más tarde el corazón lo termina traicionando. He sido la espectadora de una lucha entre mi cabeza y mis sentimientos; y aún así, parece que la guerra no termina de acabar. He buscado lo imposible y aún sigo preguntándome por qué sonrío cada vez que me acuerdo de tu voz. O por qué me pongo a llorar si pienso en todo lo que me he perdido contigo. Y bueno, luego están tus labios, que podrían calificarse como la mayor tentación que no llegué a probar. Hubo un momento en el que pensé que no los volvería a echar de menos, que era unos labios más pero, me equivocaba. Tú me asegurabas que sería para siempre y me hacías prometer que nunca caería en la tentación de separarme de ti. Te fallé. Sé que te dije mil y una tonterías por aquel entonces pero, lo que realmente a mí me llenaba era tu sonrisa. También sé que muchos criticaron nuestra extraña manera de querernos, de vivir el uno por el otro en apenas dos miradas. No sabían que yo era una inexperta en esto del amor. Ahora me doy cuenta de que los que realmente eran inexpertos eran ellos. Te dije que no te echaba de menos, que ya no me importabas. Puede que lo hiciese por orgullo o quizás para olvidarme antes de ti. Para hacerte ver que yo sólo fui un error que siempre estuvo a tu lado. Siempre ha habido algo que nos unía desde el principio y aún lo sigo creyendo. Me has demostrado que el destino nos quería unir y puede que aún lo siga intentando y no se rinda nunca. Pero, yo creo que al final, cada uno escogerá un camino disitnto. Si eso pasa, tendré que joderme, apretar los dientes y sonreír mientras nos despedimos. Mientras te veo marchar. Mis sentimeintos no han cambiado y ahora puede que no me creas, que no quieras saberlo pero, desde que te conocí, has sido lo más bonito que ha habido en mi vida y es difícil que eso cambie. Te lo aseguro, nadie sobre la Tierra tiene tus ojos. Esos ojos que pueden llegar a transmitir tanto. Es gracioso pensar que nunca llegamos a besarnos, supongo que era porque pensábamos que era algo demasiado valioso como para malgastarlo así porque sí. En este tiempo, han llegado otras personas a mi vida, pero, joder, ¿por qué ninguna de ellas se parece lo más mínimo a ti? ¿Por qué tienes que ser tú la única persona en el mundo que puede completarme?¿Sabes? Me encantaría poder decir que has cambiado, que ya no eres ese chico del que me enamoré un día de otoño. Pero, no puedo. Porque la que realmente ha cambiado, he sido yo. Esa misma que te abandonó sin motivos y que no merece ni que la recuerdes. Esa tonta que nunca va a conseguir olvidarse de ti. Y lo creas o no, he llegado a sentir miedo. Miedo de verte con otra persona y que ni si quieras recordases mi nombre. Miedo de que tú me volvieras a querer y no poder estar a la altura. Hoy, escribiendo esto, sólo quiero que me comprendas, como llevas haciéndolo desde el primer día en que hablamos por primera vez. No consigo entender por qué coño lo hice, por qué desperdicié una oportunidad tan grande, si eso me dolía tanto. Por qué abandoné a la persona que más he querido en mi puta vida. Y te prometo que, cuando encuentre la respuesta, iré y te lo diré. Te daré una explicación y, si tú me perdonas, volveremos a empezar. Partiendo de ese día, en el que me di cuenta de lo mucho que te amaba y de que no quería perderte nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario