Alguien que cosa disfraces a mis días malos y los convierta en buenos. Alguien que no se enfade si no me entiende, ni me entiendo y lo mareo; que me saque la lengua cuando me ponga como una tonta y me haga enmudecer. Alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin cogerme de la mano, que no le guste verme llorar y que me haga reír hasta cuando no tenga ganas. Alguien que me mire, lo mire y me tiemblen las piernas sin remedio. Alguien que esté loco por mí, y que no se olvide de decírmelo incluso en los días de resaca. Y que si mira a otra, luego me guiñe un ojo y se ría de mis celos. Y, sobre todo, alguien que no tenga que perderme para darse cuenta de que me había encontrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario