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Si no miras,¿cómo lo vas a ver? Solamente tú , tú y tú. Deja ese egoísmo estúpido y mira que me estás haciendo daño. Que no soy ninguna muñeca y que no puedes jugar conmigo. Nunca has sido mi Ken ni yo tu Barbie, no hay motivos para que sigas con esto. Las casitas de muñecas se quedaron ya en el pasado. No, gracias. No quiero volver a ser niña por eso. Prefiero no jugar ni fantasear con la casa perfecta, el coche de mis sueños y un marido estupendo que llega a casa después de un largo día de trabajo y que me besa después de todo. Si hubieras madurado, sabrías ya el por qué.