Lo probé. Antes no creía que esto me iba a perjudicar de esta forma. Quizás me dejé llevar por las palabras ajenas de los demás. Al principio todo iba bien, parecía que lo controlaba con mucha facilidad pero, ahora, me doy cuenta de que lo que hacía era propagarlo más, como fuego por el campo en verano.
Poco a poco mi cuerpo se fue debilitando y bajó la guardia. Y entonces ahí, empezaron todos los problemas.Veía cosas que nunca había visto jamás.
Me sentía aturdida, confusa, no era yo. Tenía ganas de más y nunca me cansaba de esto. No quería que desapareciese. Quizás, después de todo, si no lo hubiera dejado la que habría desaparecido hubiera sido yo. Las drogas pueden llegar a ser muy peligrosas. No hablo de esas típicas drogas que dañan al organismo, bajan tu autoestima, te dejan alelado, no. La droga que yo probé fue tu amor. Y ahora me cuesta desengancharme. No voy a ir a terapias, terapias de amigas en las que te dicen que todo va a cambiar y que va a ser lo mismo que al principio. No. Prefiero alejarme de este campo semántico y todo lo hay a su alrededor. Ahora sé que estoy totalmente recuperada. No hay rastro de sentimientos hacia ti. Se acabó todo. Mi tratamiento se basó, simplemente, en echarte de mi mente a patadas y olvidar todo lo que fuimos y lo que pudimos ser. Oh, fuck it.
No hay comentarios:
Publicar un comentario