viernes, 13 de enero de 2012

6.

Escúchame. No eres el ombligo de mi mundo. No eres el manjar que alimenta mi estómago. No eres las cuerdas que manejan mis extremidades. No eres esos pies que me llevan a todos lados. No...
Eres esa visión que añoran mis ojos. Eres ese sonido que esperan mis oídos. Eres esa mano con la que cuento los días que faltan para verte. Eres ese aroma que mi nariz busca entre los demás. Eres esa tentación que provoca a mis labios.
Eres esa persona, la única, que acelera mi pulso. Eres la sangre que recorre mis venas, alterando mis sentidos. Eres...tú, pero creo que tengo mil formas de reconocerte a través de mis sentidos.

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