Ahí viene, 5 minutos tarde... y eso que le dije a la mujer que le dijera que no se retrasase. Bueno, 5 minutos más que menos, tampoco ha cometido ningún delito. Parece agotado pero, está bastante arreglado para la ocasión. Debería haberme puesto otra cosa. Quizá debería volver al apartamento a cambiarme, con suerte, a lo mejor todavía ni me ha visto. ¿Qué digo? Si hasta le he hecho señas con la mano, no hay marcha atrás. Me toco el pelo disimuladamente para comprobar que todo está en su sitio. Perfecto, ahora sólo miraré hacia otro lado y a ver qué hace...
-Siento el retraso, un fallo técnico con el reloj.
-No pasa nada, ni me había dado cuenta de la hora que era-una mentira inocente.
-Te he traído algo -coge la agenda y me la da- supongo que era a esto a lo que te referías con “algo que me pertenece”.
-¡Mi agenda! Menos mal que fuiste tú el que la encontró que si no...Gracias.
-Me ha sido de mucha ayuda, gracias a ella, conseguí mi pasaporte para contactar contigo.
Me sonrojo y me quedo mirándolo un rato. Habla y habla pero no puedo escuchar lo que dice.
-¿Andrea?
-¿Sí? Perdona estaba distraída,¿qué?-quedando en ridículo una vez más.
Se ríe y me despeina.
-Te decía que si querías venir a dar una vuelta por la ciudad, hoy hay un desfile y...
-¿Un desfile? Estupendo, me encantan.
Me va a llevar a un desfile de moda,¿qué más puedo pedir? Nueva York es famosa por sus desfiles. Sus largas pasarelas llenas de modelos con tallas perfectas y ropa impactante, fotógrafos, famosos y paparazzis.
Estamos un rato más en la terraza. Es casi mediodía y tengo hambre, la verdad. No se lo digo. Bajamos y pide un taxi. Miro hacia arriba antes de montarme y luego nos vamos.
-No entiendo por qué son amarillos los taxis aquí, en Nueva York.
-¿En España no lo son?
-No, son blancos normalmente. Me deprimen bastante.
-El amarillo es un color muy alegre, por eso escogerían este color. Nueva York es una ciudad que nunca duerme y que siempre está de fiesta. Lo comprobarás esta noche.
¿Esta noche?¿Qué habrá querido decir?¿Es una indirecta para decirme que quiere pasar el día conmigo? No, no. Seguro que lo dice porque escucharé ruido cuando me acueste a dormir. El taxi para frente a un edificio enorme. Insisto en pagar una parte del viaje en taxi pero, Alejandro, no me deja. Se adelanta y lo paga todo él. Me guiña el ojo.
-Gracias caballero.
Una vez en la acera, veo que hay mucha gente en la calle. ¡Qué tonta! Se refería a un desfile de cabalgatas y gente disfrazada, no a un desfile de moda. Ya me extrañaba bastante que Alejandro me llevase a uno de esos sitios. La verdad es que no me disgusta tampoco la idea. Es increíble el colorido, las formas y los disfraces. Hay confeti y serpentinas por todos lados. Mi pelo, es uno de esos lados dónde ha ido a parar pero, no me importa en absoluto. Nunca me lo había pasado tan bien en un desfile. Alejandro me mira satisfecho y yo le devuelvo la mirada acompañada de una sonrisa de oreja a oreja. Estoy feliz. Me siento como una niña y no quiero que este juego se acabe. Pasa un carrito de perritos calientes junto a nosotros. No puedo evitar la tentación y mis ojos se posan en él. Mi tripa ha notado la presencia de comida y lo demuestra emitiendo un fuerte ruido. Con el alboroto que hay, no lo habrá escuchado nadie. Se aleja y parece que mi tripa se calma.
-¡Ahora vengo!
Es Alejandro que parece que me ha dicho algo pero, no me entero de nada. Asiento con la cabeza y veo cómo se aleja. Lo sigo con la vista unos segundos y después lo pierdo entre la multitud. Habrá entrado en algún restaurante para usar el baño. Sigo mirando el desfile un buen rato. Ni rastro de él. ¡Ahí está! No, no es él. Se le parece bastante pero, no es él.
-Me ha costado mucho encontrarte entre tanta gente, siento la tardanza-su voz dulce se acerca a mi oído y un ligero cosquilleo sube por mi espalda- Dime, ¿tienes hambre?
-Un poco, la verdad- en realidad, bastante pero, no quiero parecer descarada.
-Estupendo, he comprado perritos, uno para ti y otro para...
No le doy tiempo a terminar la frase. Tengo tanta hambre que no lo resisto y cojo el perrito.
-Para mí...Respira Andrea, no quiero que el desfile sea interrumpido porque venga la ambulancia a por ti.
No puedo parar de reír a la vez que me siento idiota por haber cogido el perrito de esa forma. A Alejandro no parece importarle. Él también ha empezado a atacar su perrito vorazmente. Ha acertado de lleno. Un chorrito de mostaza, justo como me gusta. Estaba delicioso.
Imaginaciones mías. Las 19:00 h. He pasado todo el día con él. El cielo se está apagando y ahora estamos sentados en un banco mirando a la Dama de la Libertad. Es una preciosidad.
-Ha sido un día para recordar- me atrevo a decir interrumpiendo el silencio.
-¿Ha sido?Te equivocas. Lo mejor está aún por llegar.
-¿Hay más? No sé si voy a poder soportar algo más, estoy agotada.
-Podrás.
Entramos a un local a comer algo y a reponer fuerzas. Miro la carta y no hay nada que me llame la atención. Pido una ensalada césar y una botella de agua. Él, en cambio, pide una hamburguesa con queso y patatas fritas. Para beber, una Coca-Cola sin hielo. Durante la comida hablamos y hacemos bromas. Nos reímos y pedimos un postre para dos. Tomo varias cucharadas. No puedo más, pero Alejandro se lo termina por los dos. Insisto en pagar, una vez más, una parte pero, él no parece dispuesto a cambiar de opinión y paga él. Salimos y se para en una tienda de manteles. Compra uno de color caramelo.
-¿Para qué es ese mantel?
-Lo entenderás todo cuando lleguemos a un sitio.
-Bueno, pero no me lleves a sitios raros...
-¿Qué? ¿Te he llevado a algún sitio raro hoy?-niego con la cabeza-Ya decía yo...
La ciudad es muy distinta. El ambiente del día es distinto al de la noche. Por el día solamente hay funcionarios que van de un lado a otro. Por la noche,hay gente de todo tipo: millonarios en limusinas blancas y negras, una banda de colegas que han salido a darse una vuelta y a tomar algo, un tipo que acompaña a una chica hasta su portal y que espera que esta lo invite a subir, chicas ligeras de ropa que paran a algunos tipos con aspecto de ingenuos pero, con dinero, por la calle.Pasamos por delante de un restaurante. Hay una pareja sentada en una mesa junto a la ventana. Ella parece reír contenta y él no deja de mirarla a los ojos. Se nota que se gustan mucho. En la otra acera veo a un agente de policía arrestando a un ladrón de bolsos. Hay gente en el suelo, bajo cartones, que pide dinero o algo de comer. Es triste ver las diferencias entre los habitantes de la ciudad. Unos son tan ricos que tienen limusina propia y, otros, son tan pobres que no pueden permitirse ni un coche de juguete. Alejandro se ha dado cuenta de lo que pienso. Él también parece algo triste. Esconde algo, y puedo notarlo. De pronto, me da la mano y salimos corriendo. Hace frío pero, nosotros tenemos calor. Esta noche, vamos al contrario del mundo.
Nos detenemos en un parque. Hay más gente tumbada en el césped sobre manteles. Ahora lo entiendo. Extendemos el nuestro sobre una colina que hay detrás. Hay muchísimas estrellas.
-Tienes que estar atenta, está a punto de empezar.
-¿Empezar el qué?
Una lluvia de estrellas fugaces sobre vuela el cielo. Todo el mundo tiene la boca abierta y los ojos cerrados. Piden deseos. Yo también lo hago. Increíble.
-¿Has pedido un deseo?
-¿Uno nada más?¡He pedido uno por cada estrella que he visto! Pero no para mí, no quiero ser egoísta. Para mí, solamente uno.
-¿Cuál es ese deseo?
-Si te lo dijese, no se cumpliría- sonreímos.
-¡Mira esa!Es enorme, ¿verdad?
Ahora empiezo a notar el fresco de la noche. Tengo frío y él lo ha notado. Me abraza. Mi corazón late deprisa y yo puedo escuchar el suyo latir, fuerte pero sereno. No creo en la magia, pero todo esto, no puede ser otra cosa que un hechizo del destino. Nuestras caras se acercan, despacio, con suavidad. Los párpados van bajando lentamente. Las mejillas se rozan y los labios siguen los pasos de estas. Estoy nerviosa pero los nervios se me pasan enseguida. Nos hemos besado, nuestro primer beso, el primero para mí también. Mi deseo se ha hecho realidad bastante rápido y no puedo hacer otra cosa que disfrutarlo mientras dure.
Hola Maria, pan con nutella!!
ResponderEliminarSoy nueva en blogger, de hecho me hice la cuenta ayer, y me gustaría saber si te gusta mi blog, y podrías recomendarselo a alguien para tener, lo que se dice más visitas, me gustaría tener tantas como tú.
posdata: me encanta tu blog:)
gracias
Hola:)
ResponderEliminarYo también soy novata, lo empecé hace poco.Tu blog lo miraré cuando pueda y se lo recomendaré a la gente. Muchas gracias.