Quizás tengas muchas definiciones. Te habrán comparado siempre con muchas personas y cosas. Habrás tenido muchos motes y esto no será nada extraño para ti pero, a partir de ahora, voy a llamarte "oxígeno". Sí, oxígeno. Por muy raro que te parezca, eres como esa molécula. Con esto, no te quiero decir que para mí eres invisible, no. No quiero que te precipites pensando eso. Te llamo así porque, aunque no estés conmigo, siempre estás presente en mi entorno y sé que estás ahí, en algún lugar de quién sabe dónde. Te necesito para seguir con vida y para no ahogarme en mis problemas. Eres necesario para otras personas pero, sé que lo nuestro es especial. Una reacción química con nombre y apellidos. Me has ayudado a superar obstáculos y me has planteado retos. Has hecho de algo sencillo, algo complejo. Me has dado la respuesta a muchas situaciones en las que, ni yo misma, sabía qué hacer. Siempre vas a estar ahí y yo voy a estar también para lo que sea. Puedes pasarte por mi boca cuando quieras, total, no te veré ni tú lo harás. Llévate contigo todo lo malo y deja lo bueno, quédate tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario